Eventos recientes como el envenenamiento y muerte del espía Litvinenko, así como la primera sentencia dictada por traición –espionaje- en España en el siglo XXI, traen de nuevo a la memoria la época de espionaje durante la Guerra Fría. Este espionaje actual, poco vinculado al enfrentamiento entre Capitalismo y Comunismo, se desarrolla en un contexto de críticas al sistema capitalista tras los últimos derrumbes económicos y la crisis financiera, así como en una carrera por el control de las tecnologías y la reaparición de los debates sobre el uso de la energía nuclear.