Demande de consultation
Rosell Meseguer
Demande de consultation —solicitud de consulta—, breve título que encabeza las fichas que los investigadores debíamos rellenar en la Biblioteca Kandinsky, del Centre Georges Pompidou de París, para conseguir llegar a las fuentes documentales. Pedir un libro, abrirlo, buscar, volver a mirar. Tal vez allí estaban las respuestas al viaje investigador que suponía hablar de algo. Nombrar lo ya escrito con nuevas referencias, con nuevos datos. Al nombrar Francia, las fichas son infinitas y se clasifican en: sonidos, letras, imágenes, recortes de prensa, billetes de transporte, tickets de la compra, breves dibujos, publicidad basura, envoltorios, mapas, postales, pequeñas esculturas, souvenirs. Girando en la misma órbita, como la tierra lo hace alrededor del sol, las fichas rotan sobre sí mismas en un eje central que aquí viene a ser París. Puro centralismo francés, ya que la capital ejerce como soberana del país.
Hablar de Francia suponía partir del todo de aquellas fichas Demande de consultation. Llegar al centro del Hexagone, a París, para después romper con el esquema clásico de la ciudad y quebrar la idea que las innumerables imágenes y la propia historia han dejado de la capital francesa. Entonces, ¿dónde está la otra ciudad?. Como respuesta, nos queda la periferia, la banlieue con sus problemas y su malestar, le malaise des banlieues, los otros centros de la ciudad menos conocida y que algunos no vincularían con la capital. Un conjunto de imágenes reales reinventadas, resultado de las fichas Demande de consultation, una interpretación de las otras ciudades que cohabitan con el París turísticamente conocido.